miércoles, 19 de mayo de 2010


IRONMAN 2: La disfrutarás más si te informas
Si lees cómics, la verdad, ya la hiciste con ésta.
Y es que hay tantos guiños a las historias de Marvel, a las grandes historias de Stan Lee, Romita Sr., Jack Kirby.....
Porque si no lo supiste antes de ver la película, la existencia de S.H.I.E.L.D, y la aparición de Nick Fury no tendrán sentido. A menos que hayas visto el huevo de pascua de la 1.
Si. En estas películas es bueno quedarse hasta después de los créditos. Como esta madrugada, cuando al final de Ironman 2, 7 personas no dejamos la sala, esperando hasta el final mismo de la proyección para ver...
lo que deben ir a ver al cine.
Cine también es esta complicidad. Es el background necesario para disfrutar algunas cosas. Hace pocos días, conversando sobre esta película con una querida amiga -antes de verla- me dijo que sentía que no tenía mucho sentido. Y en verdad hay mucha vorágine en ella.
Me dijo que había visto un Stark egocéntrico y mimado, que solo buscaba su satisfacción. Una mirada así es posible. Incluso me puso por delante algunas manipulaciones científicas que se hacen durante la película (no esperen spoilers, no me gustan). Que eran demasiado, y que la película era tonta.
Y me queda responder que en parte tiene razón.
Pero la verdad es que aunque ésta película no me parece tonta, si lo fuera la vería igual. Porque también es un poco el espíritu de los cómics. Compartir las imposibilidades, las faltas de lógica, porque dentro de la historia, de su particular fantasía, ni son imposibles, o mucho menos ilógicas.
Si bien los cómics se han oscurecido y hecho más densos y complicados en los últimos años, siguen siendo, básicamente, historias de héroes.
Con o sin capa, con o sin poderes, salvadores del mundo o vecinos de la cuadra. Y aún emocionan a muchas personas, en todas partes, no tanto por las oscuridades y complicaciones, sino por cómo éstas afectan a lo que ya se sabe de ellos. A las cosas verdaderamente simples.
Me parece que Ironman es un cóctel visual adolescente, en parte. Y también que muy apretadamente nos cuenta la historia de Tony, alcohólico, depresivo, abrumado por la responsabilidad que ha puesto sobre sus hombros, y como siempre, por las consecuencias de sus actos.
Porque si bien Stark puede volar, lo hace porque su mente y su ingenio se lo permiten. Es junto a Batman, un héroe ficcional que resume de alguna manera lo que todos hemos querido, o queremos: sobreponernos, ir más allá, forzar nuestras posibilidades al límite.
Y un poco ególatras, desenfadados y putillos. Como dicen por ahí, eso también es la vida, ¿no?

Ironman 2, 2010, Paramount Pictures
Dirige: Jon Favreau

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